La Herida de la Injusticia y el Equilibrio en el Dar y Tomar
Constelaciónes Familiares
Sentido de Injusticia Interior: Recobrando el Equilibrio
La herida de la injusticia se forma cuando, en la infancia, se percibe que lo que se recibe no es justo o suficiente: reconocimiento, amor, apoyo, atención o libertad. Quien la lleva suele volverse rígido, perfeccionista, controlador o excesivamente autosuficiente. Desde la mirada de las Constelaciones Familiares, esta herida está profundamente ligada al desbalance entre el dar y el recibir (tomar) dentro del sistema familiar. Bert Hellinger mostró que cuando este equilibrio se rompe, se activa un desorden interno que puede afectar relaciones, trabajo y bienestar emocional.
La Herida de la Injusticia: Origen y Manifestaciones
Esta herida suele nacer en hogares donde las reglas eran estrictas, las emociones no se validaban o se exigía demasiado sin ofrecer el mismo nivel de contención. En muchos casos, el niño decide “no necesitar a nadie” para protegerse. Desde la perspectiva de las Constelaciones Familiares, esto crea un desajuste en el flujo natural de dar y recibir, provocando que la persona dé de más, reciba de menos o no se permita recibir en absoluto.
El Desequilibrio como Fuente de Repetición
Cuando uno da sin medida o se cierra a recibir, el sistema familiar busca compensar esa desigualdad. A veces, un hijo puede repetir la injusticia vivida por un padre o madre, como forma de lealtad invisible. O bien, puede buscar reparar el pasado dando más de lo que tiene, agotándose emocionalmente. Las Constelaciones Familiares permiten ver cómo estos movimientos inconscientes perpetúan la herida en lugar de sanarla.
El Juicio y la Autoexigencia: Cadenas que Perpetuan el Sufrimiento del Sistema
La herida de la injusticia suele ir acompañada de juicios fuertes hacia los padres, hacia uno mismo y hacia los demás. La exigencia interna puede esconder una profunda necesidad de ser visto como “suficiente” o “merecedor”. Desde las Constelaciones Familiares, el juicio es una forma de mantenerse en una posición infantil de reclamo. Sanar implica rendirse ante lo que fue, soltar el control y abrirse al flujo real del amor y el merecimiento.
Restaurar el Equilibrio: Tomar y Dar con Conciencia
Uno de los principios fundamentales en las Constelaciones Familiares es el equilibrio entre el dar y el tomar. Cuando una persona aprende a tomar la vida como vino, a honrar lo recibido (aunque haya sido poco) y a dejar de exigir desde la herida, se restaura ese balance. Esto permite relaciones más sanas, vínculos laborales más justos y una relación más amable con uno mismo.
La Sanación a Través del Reconocimiento del Origen
Sanar la herida de la injusticia no implica buscar culpables, sino reconocer el dolor original, liberar a los padres de exigencias y recuperar el permiso interno para recibir amor, éxito y abundancia. Las Constelaciones Familiares ayudan a mirar esa raíz con amor y comprensión, permitiendo que el equilibrio se restablezca desde el alma y no desde la mente.
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